En Europa, el cultivo del cáñamo industrial es legal y solicitado desde numerosos ámbitos comerciales. Para España, por desgracia, el panorama es diferente; pues las leyes españolas referentes al cannabidiol a base de cáñamo (CBD) son más estrictas.
A pesar de que el territorio de España posee tierras fértiles y un clima privilegiado para incluso varios cultivos al año, desde el siglo pasado la producción del cáñamo ha sido un tema confuso para la población. España pasó de ser una potencia mundial en la obtención de fibras de esta planta a ver reducido su cultivo casi hasta el exterminio.
Marco Legal de la Producción de Cáñamo en España
Cabe destacar que el cáñamo industrial no es marihuana, por tanto su uso como una droga no es posible y las autoridades legales reconocen este hecho. Pero para entender mejor el estado legal que posee este cultivo en España, es necesario ir hacia atrás en la historia.
En 1925, se firmó un convenio con más de treinta países donde el cáñamo entró a la lista de drogas a nivel mundial y se empezó a penalizar su posesión, importación y cultivo en América. España, por su lado, se vio obligada a prohibir el cultivo de Cáñamo en 1961, a raíz de una nueva ley antidrogas.
No es secreto para nadie que durante décadas han sido bastantes las connotaciones negativas que ha recibido el término “cannabis”, debido a sus efectos psicoactivos en las personas; esta es una lucha social que sigue siendo compleja y turbia. Sin embargo, de forma paralela, la palabra “cáñamo” está volviendo para describir esa materia prima que tantos beneficios puede aportar al Estado; un gran abanico de posibilidades en cuanto a aplicaciones industriales se refiere.
En la actualidad, se pueden encontrar hasta 25 variedades de semillas de cáñamo industrial, pero desde 1999 cada una de ellas debe contener menos del 0,3% de THC para ser considerada legal por la Unión Europea.
Aplicaciones y Usos del Cáñamo Industrial
La producción a base de cáñamo industrial es biodegradable y reciclable, un material que no requiere de tanta agua, fertilizante o pesticidas para su óptimo cultivo. Hablamos de una planta resistente que mejora la calidad general de la tierra y además previene la erosión.
Sumado a todo lo anterior, el cultivo de CBD es capaz de abarcar distintas áreas económicas:
- Alimentación
- Papelería
- Cosmética
- Medicina
- Bioconstrucción
- Bioplásticos y combustible biodisel
- Sector textil
España cuenta con una ubicación geográfica favorecedora para la plantación de cáñamo industrial y los diferentes climas de cada región se aprovechan en la cosecha final. Es posible, por ejemplo, obtener materia prima para la industria alimentaria en la zona norte del país gracias a la humedad que allí se presenta; mientras que el sur puede destinarse a la industria papelera.
Desarrollo Social y Económico Sostenible
El mercado del cáñamo industrial en el territorio español está en un lento pero pleno crecimiento como modelo único de desarrollo sostenible; su reactivación podría convertirse en una herramienta contra el abandono de las zonas rurales. Al mismo tiempo, supondría una fuente de empleo tanto a nivel local como nacional.
En otras palabras, la producción de cáñamo industrial está en auge y la Asociación Española de Productores y Transformadores de Cáñamo, fundada en Granada, es clave para potenciar dichos cultivos. Se puede entrever un comercio donde los tallos robustos y fibroso de esta planta sean empleados de múltiples formas, desde construcciones de casas, pasando por la fabricación de textiles hasta llegar a los productos de cosmética y alimentación.
En general, el CBD tiene un sector con gran potencial de crecimiento en el país; es ahora cuando pequeñas empresas deben unirse para suplir la demanda interna que están teniendo estos productos derivados del cáñamo.