El estado de alarma frente al coronavirus comenzó el 14 de marzo en España. A partir de allí el declive sanitario y económico fue tan brusco como el aumento de contagios.
Dentro de la nueva normalidad, donde gran cantidad de actividades comerciales se han visto afectadas, junto con la inestabilidad laboral que ya atravesaban los jóvenes del país nos hace preguntarnos cada día cómo saldrán los españoles de esta crisis económica y si serán suficientes las medidas del gobierno de Pedro Sánchez.
Las cifras de contagio y muertes por coronavirus en España han asfixiado a un país que ya venía con latentes heridas en sus riquezas, privándolo de opciones y desfavoreciendo fuertes sectores económicos a lo largo de su territorio. Millones de empleos afectados por el ERTE y puestos de trabajo que aún no se pueden incorporar constituyen un actual sufrimiento para los españoles, frente a un panorama que no promete mejorar el próximo año.
Tendremos que asumir como cotidiano que nuestra “nueva normalidad” sea asistir al trabajo con mascarilla y distancia de seguridad, superando una vez más la ficción de las películas.
España e Italia, los países más afectados por el Coronavirus
Instituciones y entidades financieras como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han publicado estadísticas que revelan datos donde el Producto Interno Bruto (PIB) de España tendría un descenso del 14.4% en lo que resta del 2020 en consecuencia de la pandemia.
Sumado a esto, el peor número de empleos afectados por la COVID-19 no se verá reflejado sino hasta el siguiente año, donde la cifra más favorable que se puede esperar ronda el 17,1% de paro y, en el peor de los casos, se hablaría de un 21,9% de desempleo en todo el país para el 2021.
Dichos pronósticos sólo acrecientan la incertidumbre de los españoles frente al futuro. Será necesario un plan de acción fundamentado en el consumo y financiamientos que permitan levantar otros sectores económicos; esto en vista de que el turismo, el mayor fuerte de la región, sigue gravemente paralizado y lo estará por tiempo indefinido.
El retroceso económico y los desafíos que enfrenta España
A pesar de que en 2021 se estima un posible incremento del PIB, seguirá siendo un porcentaje deficiente que no alcanzará para amortizar las grandes pérdidas de la región.
Cabe destacar, además, que estas cifras están basadas en variables como la duración del confinamiento, la crisis sanitaria y la efectividad de las medidas que se buscan implementar a raíz de esta situación tan particular; por esta razón, no somos capaces de estimar con eficacia el alcance del ya devastador impacto que ha sacudido a toda España.
Aunque el estado de propagación del coronavirus se ha mantenido dentro de parámetros estables, economistas opinan que el mercado laboral español sufrirá una demora hasta el 2022 en alcanzar niveles económicamente aceptables y superar este grave déficit.
Se asegura que los sectores más afectados serán aquellos ligados al consumo y al poder adquisitivo de la población; por el contrario, departamentos de alimentación, transporte y telecomunicaciones serán las que más rápido saldrán a flote.
Por su lado, es posible tomar un respiro de esperanza frente a la crisis asociada al COVID-19 y aferrarnos a los estudios que afirman que niveles bajos en el precio del petróleo, en los intereses y la estabilidad del euro frente al dólar podrían ser factores positivos para el país en su lucha por repuntar económicamente.
Cada década este país sufre una y otra crisis por la corrupción, no esperábamos una pandemia de este estilo y el ejemplo de muchos de los políticos españoles de la larga estela de la corrupción de algunos partidos fuera tan nefasto en su gestión.